Siara

Monday, October 16, 2006

Carta

Hola, cómo esta? Te sorprende que te escriba? Tanto tiempo es normal.

Perdona que me tome el atrevimiento a escribirte, pero estaba aquí sola, recordando me entro una enorme melancolía y decidí escribirte, recordaba todas esas noches que pasábamos juntos, las risas anécdotas, que nos contábamos, las noches llenas de lluvia y frío en aquel lugar donde nos conocimos, estar en una reunión a la que nuestros padres le llamaban “alta sociedad”, verte a ti de smoking con converse, yo con vestido de noche pero obviamente con el cabello pintado de azul, todo mundo nos veía como bichos raros, nuestros padres regañándonos, supongo que fue lo que nos hizo acercarnos, de ahí nuestra amistad cada día parecía que se fortalecía , pero lo que mas recuerdo fue corretear a tu hurón, ¿a quién se le ocurre llevar un hurón a una cena de gala?, lo admito fue de los mejores recuerdos que tengo en mi vida y siempre quise tener un hurón como ron, aun lo extraño, claro no tanto como a ti.

Y dime, ¿como es el lugar donde te encuentras? ¿Que has hecho en estos dos años? ¿Aun llegas a pensar en mi?, ¿aun me quieres?, ¿sabes? Todo este tiempo te he extrañado, he pensado en esa ultima vez que nos vimos a los ojos, esa última noche en la que te tuve entre mis brazos, se que no fue la mejor despedida, recuerdo muy bien esa noche, era una noche de febrero, hacia mucho frío yo estaba en la sala de mi casa viendo la televisión con mi hermano, cuando sonó mi teléfono y al contestar escuche una voz sofocada que difícilmente se entendía, “perdóname, no pude soportar más, te quiero”, eras tu, sabía que algo había pasado algo verdaderamente malo, le suplique a mi hermano me acompañara a tu casa, milagrosamente acepto a la primera, mi rostro de preocupación y miedo debió ayudar.

Al llegar a tu casa no había nadie, las luces de la entrada estaban apagadas, cosa que tus padres solo hacían cuando salían y no regresarían esa noche, por suerte ambos sabíamos los escondites del duplicado de la llave de nuestras casas, el tuyo era dos tabiques rojos del patio a la izquierda, comenzando por el que estaba en la mirada del duende horrible de porcelana de tu madre, al subir las escaleras un sentimiento de miedo e impotencia de no querer llegar a tu habitación me invadió, aun no se de donde tome fuerzas para decidir entrar. Recuerdo que estabas en tu baño, tirado a un lado del lavabo, tu camiseta blanca estaba bañada en sangre, tu casi inconsciente, te tome entre mis brazos y te pregunte “¿Qué has hecho Dan?, medio sonreíste y dijiste “hola wapa” seguido de un “perdóname”, tus muñecas sangraban sentía un enorme temor de perderte, sabía que era mi culpa por no haber podido hacer algo para detenerte, mi hermano llamaba a una ambulancia, cuando tus ojos se cerraron… y fue la ultima vez que los mire. Después de eso todos mis recuerdos son borrosos, recuerdo a tus padres preguntándose por que lo habías hecho, y se que si le hubiera dicho la verdad a tu padre no hubiera podido vivir con eso, tu madre llorando con Andy y yo con sangre en mi playera, aun guardo esa playera ensangrentada, es un recuerdo muy doloroso, hace días fui a visitarte a tu tumba, te lleve un ramo de rosas negras, tus favoritas, ese día te perdí perdón y hoy lo vuelvo a hacer.

Hoy era tú cumpleaños, siempre nos pediste que te recordáramos por tu cumpleaños mas no el día en que habías fallecido, la melancolía me invade, lagrimas caen a mi teclado, ese sentimiento de impotencia, miedo que sentí esa noche, lo puedo sentir ahora, te extraño, te necesito, aun no logro comprender por que lo hiciste, lo habíamos jurado, se que tus razones tuviste, cuando juramos que jamás lo haríamos jure que jamás te lo perdonaría, el día de hoy no se que pensar, pero sí se que coraje contra ti no lo tengo, lo tengo porque se que tal vez pude hacer algo y no fui lo suficientemente buena amiga como para impedirlo, tal vez aun estarías conmigo, pero se que tal vez tu situación hubiera empeorado, respeto tu decisión a pesar de no comprenderla, pero esta noche solo puedo decirte que te quiero muchísimo y se que donde quiera que estés estarás sonriendo y estarás más tranquilo, espero que algún día nos lleguemos a topar y no tenernos que separar de nuevo.

Así que… Feliz cumpleaños, donde quiera que estés.
posted by Siara at 8:23 PM 2 comments

Thursday, October 12, 2006

Un lindo reloj...

Hoy ando aburrida, ando cansada, me duele la garganta, la cabeza y siento que en cualquier momento mi cuerpo podría desplomarse en cualquier lugar, así que me dije, "escribire un poco", despues de varios minutos sin concentración e inspiración logre escribir esto, adviertole querido lector que no es como lo que ha leido, esto es diferente, pero espero le guste.

Todos tenemos historias chistosas, algunas otras dramáticas, y unas cuantas tristes, o era muchas tristes pocas chistosas? No lo se pero es divertido recordar cosas…hace un par de años, trabajaba de mesera, mi abue tenía una especie de fondita en la condechi, así que cuando llegaba de la escuela le ayudaba a atender algunas mesas, en parte porque me distraía y además algunas personas dejaban buenas propinas y bueno… dinero extra nunca cae mal.


Un día llegue temprano, recuerdo que no tuve clases y mi abue al enterarse me dijo que tendría un día atareado, que si podría ayudarle, al ser la persona que más quiero accedí sin meditarlo, como siempre me dedique a ayudarle en la cocina y posteriormente entendería las mesas, mientras estábamos preparando el spaghetti, vimos entrar a un señor a lo que mi abue dijo inmediatamente “hija, ve a atender a ese señor”, tome un menú y me dirigí a su mesa, al levantar la vista vi a un señor de traje oscuro, camisa azul clara y una corbata, alto, de cuerpo fuerte, con barba de candado, se diría que es uno de esos señores que a leguas se le nota el carácter fuerte y rudo, de esos señores que si en la calle lo topas y le preguntas de una mala manera la hora o simplemente este de malas te mandaría a casa las nal… del diablo, pero su rostro me llamo la atención, era un rostro lleno de melancolía, como el de una persona cuando se acaba de enterar que algún familiar o persona querida ha muerto, me acerque y vi que algo tenía en la mano, no se distinguía que era así que mejor le pregunte que iba a ordenar…

-Buenas tardes señor, aquí le dejo el menú y en un momento le tomo su orden- me miro, agradeció con la cabeza pero no emitió ningún sonido…

Después de considerables 10 minutos me llamo con la mano para darme su orden…

-Señor le tomo su orden?- pregunte mientras sacaba una libreta para anotar
-Sí, sólo quiero un poco de spaghetti, carne con ensalada y agua de jamaica, no tengo hambre- dijo con un tono de voz lleno de melancolía…
-Sí, esta bien en un momento le traigo su orden – hice una pausa y me atreví a preguntarle- disculpe señor que me intrometa en lo que no debo pero… esta usted bien? – pasaron unos segundos en absoluto silencio y en mi mente algo decía que se había molestado o que había sido una pregunta incomoda cuando me dijo
-tienes razón, no estoy bien, estoy triste, lo he perdido, era lo que mas quería, lo único que a cada momento me alegraba…- me dijo mientras había media sonrisa en sus labios
-Señor, lamento mucho su perdida, pero ánimo estoy segura que su ser querido no hubiera querido verlo así de triste, además piense que donde quiera que este estará bien…- de nuevo un silencio y un ambiente tenso entre el señor y yo se apoderaba de la habitación, esos cuatro segundos parecerían como 10 minutos…

-Y quien te hablo que perdí a una persona querida?, hablo de mi reloj de mickey mouse!!! Se me cayo en la oficina y se ha roto, sabes cuanto quería a este reloj?! – dijo mientras extendía su mano para enseñármelo

Ese día comprendí que no debo meterme en la vida de las personas, a veces es malo interesarse, pues nunca se sabe cual es su tristeza y puedes quedar mal, aunque… en algo tenía razón el señor… era un lindo reloj de mickey mouse.
posted by Siara at 1:20 PM 1 comments